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Luego de doce años de profesión, el ingeniero Elmar Rodas presentó su renuncia al arbitraje guatemalteco.

La renuncia ha sido irrevocable de uno de los pocos centrales FIFA del país argumentando que la profesión de árbitro es muy peligrosa por lo que no está dispuesto a perder la vida.

“Para mi es muy triste irme así del arbitraje, pero soy una cabeza de familia y me debo a ellos, no a esta profesión. Este tipo de agresiones son continuas en nuestro fútbol. Pasó en la Universidad de San Carlos y me pasó en otra ocasión a mí en La Mesilla en el último semestre. Este tipo de situaciones lamentables no se van a detener, por lo cual prefiero dar un paso al costado, aunque lo hago con mucho dolor, porque me gusta mucho ser arbitro. Para mí es muy importante la familia. No quiero que mis hijos queden huérfanos por una mala decisión de un aficionado”. Dijo con lágrimas en los ojos.

En el acta redactada por Rodas en el Estadio Oscar Monterroso Izaguirre, no declara ningún nombre de los agresores, ya que no conocía a la persona que lo hizo.